La Residencia, emblemático feudo del Calavera hasta 1990, acogió el debut en Tercera ante el Badajoz. Los extremeños, candidatos al ascenso, doblegaron con claridad a los hispalenses (0-4). Una temporada después (47/48), dicha aventura también llevó al Calavera a disputar una eliminatoria de la Copa del Generalísimo contra el Recreativo de Huelva (6-2). Al término del curso, el club de las 'tibias', como era conocido en la prensa de la época en alusión a su escudo primitivo, regresó a la Preferente. Deportivamente, fueron los años más gloriosos de un clásico desde entonces en las diversas competiciones del fútbol provincial sevillano.